Encuentro que es muy difícil explicar la inquietud por las formas humanas de la manera que las puede tener un dibujante o un pintor, son muy diversos los motivos que vuelcan la atención hacia un rostro para luego motivar una obra. De hecho la práctica misma de la representación es una forma de búsqueda de respuestas, de revelación de los secretos de aquello que merece nuestra fascinación desde su aspecto material. Giacometti ha dicho "De alguna manera creo que cuando esculpes, pintas o escribes es siempre para dar permanencia a lo que es elusivo", se refiere a inmortalizar lo que inefablemente desaparecerá o se degradara, comparto extensamente este concepto. El mismo Giacometti cuenta que siendo joven, durante un viaje en tren se quedaba perplejo admirando los rostros de las personas que allí viajaban, al punto de ponerles nerviosos. Parece que es incontrolable la admiración por la belleza de las formas.
Tras esta reflexión quisiera dejar algunos pequeños dibujos a lápiz, todos ellos retratos. No pretenden revelar nada, pero son fruto de una gran motivación por el rostro humano.
Maite, grafito sobre papel. 2012
Sin titulo, grafito sobre papel, 2012
Estudio para Retrato al óleo, grafito, 2012
Micaela, Grafito, 2011
Sin título , grafito, 2013
Sueño, estudio, grafito sobre papel, 2012
Estudio sin título, grafito 2013
Elendil, Grafito, 2012 (a partir de máscara de yeso realizada sobre el modelo)
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